Blog

¿Qué tipo de sociedad le conviene a tu negocio?

Elegir la forma jurídica adecuada es una de las primeras decisiones estratégicas que enfrentan emprendedores, profesionales independientes y pymes. No se trata solo de un trámite legal: la figura societaria determina cómo se protege el patrimonio personal, qué obligaciones fiscales tendrá la empresa y hasta qué tan fácil será acceder a financiamiento o sumar nuevos socios.


Persona humana vs. persona jurídica

Muchos comienzan como personas humanas (monotributistas o responsables inscriptos). Es una opción rápida y económica, pero con un límite claro: la responsabilidad es ilimitada. Esto significa que si surge una deuda o conflicto, se responde con todos los bienes personales.

En cambio, una persona jurídica (sociedad) permite separar el patrimonio personal del empresarial. Además:

  • Proyecta mayor formalidad ante bancos, clientes y proveedores.
  • Facilita el crecimiento al permitir incorporar socios o inversores.
  • Ordena la gestión interna, ya que obliga a llevar libros, balances y reglas claras.

Principales tipos de sociedades en Argentina

Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL)

  • Compuesta por 2 a 50 socios.
  • La responsabilidad de cada socio se limita al aporte realizado.
  • Muy utilizada por pymes familiares o con pocos socios.
  • Exige llevar libros societarios y presentar estados contables anuales.
  • Ventaja: equilibrio entre formalidad y costos de funcionamiento.

Sociedad Anónima (SA)

  • Sin límite de cantidad de socios.
  • Permite emitir acciones, lo que facilita la entrada de inversores.
  • Exige mayor formalidad (síndico, directorio, auditoría en ciertos casos).
  • Recomendable para proyectos de gran envergadura o que buscan expandirse con capital de terceros.

Sociedad por Acciones Simplificada (SAS)

  • Puede constituirse con un solo socio o varios.
  • Se crea de manera más rápida y económica (incluso digital en varias jurisdicciones).
  • Tiene flexibilidad operativa, pero la práctica varía según cada provincia.
  • Ideal para emprendedores que necesitan formalizarse con agilidad y bajo costo inicial.

Otras formas menos frecuentes

  • Sociedad Colectiva: responsabilidad ilimitada de los socios; casi no se usa por su alto riesgo.
  • Sociedad en Comandita: combina socios gestores con responsabilidad ilimitada y socios comanditarios con responsabilidad limitada. Hoy es poco habitual.
  • Unipersonal (SAU): variante de la SA con un solo socio. Requiere cumplir con las exigencias de una sociedad anónima tradicional.

Factores a tener en cuenta antes de elegir
  1. Cantidad de socios: ¿es un proyecto individual, familiar o con varios inversores?
  2. Protección patrimonial: ¿querés separar tus bienes personales de los riesgos comerciales?
  3. Proyección de crecimiento: ¿planeás incorporar capital, socios o inversores en el futuro?
  4. Costos y exigencias administrativas: ¿tu negocio soporta el cumplimiento formal de libros, balances y auditorías?
  5. Acceso al crédito: los bancos suelen otorgar mejores condiciones a sociedades formalizadas.
  6. Confianza con terceros: muchos proveedores e inversores priorizan trabajar con sociedades antes que con personas humanas.

Ejemplos prácticos
  • Un estudio de diseño de dos amigos: probablemente convenga una SRL, porque son pocos socios, quieren limitar su responsabilidad y tener reglas claras.
  • Una startup tecnológica que busca financiamiento: puede convenir una SA o una SAS, para emitir acciones y atraer capital.
  • Un emprendedor solo que recién comienza: puede iniciar como monotributista, y luego migrar a una SAS cuando el proyecto crezca.
  • Un negocio familiar de retail: suele optar por una SRL, que equilibra formalidad con costos razonables.

Errores comunes
  • Constituir una sociedad sin evaluar bien las necesidades futuras.
  • Pensar que la sociedad es solo “un requisito legal” y no una herramienta estratégica.
  • Subestimar los costos administrativos y de cumplimiento.
  • No prever conflictos entre socios ni dejar reglas claras en el estatuto.

Conclusión

No existe una forma societaria “mejor” para todos. La elección depende del tamaño, la proyección, la cantidad de socios y el nivel de protección patrimonial que se busque. Lo que sí es seguro es que una buena elección desde el inicio evita problemas a futuro y abre camino al crecimiento ordenado.

Contar con asesoramiento profesional en este punto no es un gasto, sino una inversión: elegir la estructura adecuada te permite trabajar con previsibilidad, atraer confianza y cuidar tu patrimonio personal.

¿Queres comunicarte con nosotros?

Si tiene alguna duda o sugerencia, no dude en ponerse en contacto con nosotros y enseguida nos comunicaremos con usted.

Suscríbase a nuestro Newsletter

Manténgase informado con nuestros informes que elaboramos periódicamente, como así también estar al día con las ultimas noticias vinculadas a su negocio.

Scroll al inicio

Manténgase Informado

Suscríbase a nuestro newsletter para recibir las ultimas novedades.